El 25 de julio se celebra el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, una fecha que reconoce el trabajo y la lucha de las mujeres de ascendencia africana contra la discriminación racial, el sexismo, la pobreza y la marginación. Este día fue establecido durante el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, celebrado en Santo Domingo en 1992.
Las mujeres y niñas afrodescendientes enfrentan múltiples formas de discriminación debido a su raza o etnia, sexo, género, nacionalidad, estatus migratorio o condición social. Esta intersección de factores contribuye a una mayor vulnerabilidad y marginación en diversas áreas de sus vidas.
Un alto porcentaje de mujeres afrodescendientes trabaja en ocupaciones de alto riesgo, como la limpieza y el empleo informal, y es más probable que vivan en zonas urbanas marginales y sobrepobladas. Esto aumenta su vulnerabilidad frente a la COVID-19 y otros riesgos, incrementando también el riesgo de sufrir diversas formas de violencia y limitando sus opciones para encontrar espacios seguros.
En este día, se recuerda la importancia de continuar luchando por la igualdad y la justicia para las mujeres afrodescendientes, reconociendo sus contribuciones y abordando las barreras que enfrentan.
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