La entrada hacia el corregimiento Rabolargo, zona industrial de Cereté, se ha vuelto una pista por donde los vehículos patinan, debido al pésimo estado de la vía, convertida en un gran lodazal por las lluvias.
Según los vecinos, aunque esta problemática es de vieja data, ahora mismo se agaravó con los trabajos de pavimentación que se iniciaron durante el pasado mes de marzo, pero que hasta la fecha no avanza: “Llegan con un compactador y una cuchilla, raspan y se van”, explicó un residente en la zona.
Aseguran que la contratista raspó -aproximadamente- un kilómetro de vía, y no han tirado una volqueta de balastro, ni han hecho camellones.
Indican que las empresas del sector se han visto afectadas en sus procesos productivos, ya que muchas veces los trabajadores no pueden llegar, por el pésimo estado de la vía, donde además se quedan varados los vehículos pesados.
“Nadie responde, ni soluciona, y estos trabajos parece que demorarán una eternidad”, expresó el vecino.
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