Lo que menos se imaginaba la familia de Eva Amaya Vidal, de 33 años, era hallarla muerta dentro de la vivienda donde residía con su compañero sentimental Fredy Rodríguez, y sus dos hijos, en la vereda El Guerrero, en Tolú.
Y lo peor es que quien la habría asesinado era esa misma persona con la que compartía la cama, el hogar y la vida.
Según información del vecindario, la mujer, quien era egresada de la Universidad de Sucre, venía teniendo problemas con Rodríguez, oriundo de Bogotá, y que llevaba muchos años viviendo en Tolú.
De tantos maltratos físicos y verbales, dicen testigos, la mujer decidió mudarse para la casa de sus padres, pero el viernes regresó a su casa a recoger el resto de sus pertenencias.
Ese momento lo habría aprovechado el hombre para atacarla a puñal en el baño de la vivienda. Desde ese día los familiares no sabían sobre ella ni de Fredy, mucho menos de los niños.
Este hombre se desempeñaba como instructor de una banda marcial en Tolú y como profesor de inglés. No era sociable, dicen los vecinos cercanos.
Ahora la mirada de las autoridades están puestas en encontrarlo porque es el principal sospechoso de este caso de feminicidio, el tercero que ocurre en Sucre en 2022.
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