Fiesta en La Picota: Procuraduría cita a cantantes Ana del Castillo, Churo Díaz y al Mono Zabaleta

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la Procuraduría citó a declarar a algunos artistas como, el Mono Zabaleta, Ana del Castillo y Churo Díaz, entre otros, para que entreguen detalles sobre la fiesta que se hizo en días pasados.



Al respecto, el procurador delegado para los Derechos Humanos, Javier Sarmiento, confirmó a la salida de las celdas que adelantarán todas las pesquisas para verificar las condiciones de modo, tiempo y lugar en el que ocurrieron los hechos.

Y es que no es para menos: en los videos revelados, se observa incluso una parranda vallenata, botellas de licor, como si se tratara de un club y no de un centro carcelario.

la Procuraduría tenía en su poder varias investigaciones por hechos diferentes, pero que ocurrieron en la cárcel La Picota y a la fecha no se conocían decisiones. Lo que esperan los funcionarios, que han hecho las denuncias, es que en esta oportunidad tomen las determinaciones urgentes que requiere el centro penitenciario.

En ese orden de ideas, los funcionarios también aseguran que es necesario la intervención de la Fiscalía, pues en su poder hay expedientes completos con las pruebas y las evidencias de hechos de corrupción de funcionarios que se mantienen en sus cargos, incluso después de decisiones importantes como cambiar los directores del penal.



“La fiesta duró tres días y hasta los guardianes salieron borrachos”. Esa es la versión que, desde la cárcel La Picota, en Bogotá, se conoció sobre la bacanal en que se convirtió la celebración del Día de la Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos. La califican como una fiesta “traqueta”, con licor, cigarrillos, artistas reconocidos, juegos de azar y apuestas. Hasta en celulares quedó registrada la ruidosa rumba que, curiosamente, ni las directivas del penal ni la guardia escucharon.

Los videos son dicientes: mesas repletas de latas de cerveza importada, whisky servido en vasos plásticos, acordeones, cantantes. Algunos, con algo de prudencia, ponían las botellas de whisky en el piso tratando de disimular lo evidente. En La Picota había prácticamente un bazar que se convirtió en bacanal con la caída de la noche.

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