El asteroide, llamado 2022 RM4, tiene un diámetro estimado de entre 330 y 740 metros, justo por debajo de la altura del rascacielos Burj Khalifa de Dubái, de 828 metros de altura, actualmente la estructura más alta del mundo.
En su máxima aproximación el 1 de noviembre, el objeto espacial se encontrará a unos 2,3 millones de kilómetros de la Tierra, alrededor de seis veces la distancia promedio entre la Luna y nuestro planeta. Para los estándares cósmicos, esta es una distancia muy corta.
La NASA califica a cualquier objeto espacial que se encuentre a hasta 193 millones de kilómetros de la Tierra como un “objeto cercano”, y a cualquier cuerpo grande a menos de 7,5 millones de kilómetros como “potencialmente peligroso”, según Live Science.
Sin embargo, según la agencia espacial, nuestro planeta no enfrenta el peligro de una colisión apocalíptica de un asteroide por al menos los próximos 100 años.
El pasado 26 de septiembre, la NASA cumplió con éxito la primera colisión entre una sonda espacial y un asteroide con el objetivo de probar el primer sistema de protección planetaria en caso de un eventual impacto de un cuerpo celeste contra la Tierra.
Como parte de su trabajo de prevención de colisiones, más de 100 astrónomos de 18 países, incluidos científicos de la agencia espacial, participaron el año pasado en un ejercicio para la preparación operativa de la comunidad internacional ante el hipotético impacto de un asteroide.
EFE
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