Los seres queridos del uniformado muerto en Ucrania tuvieron que esperar más de un mes para poderle dar el último adiós.
Después de toda una odisea, los familiares del soldado colombiano Jorge Leonardo Bohórquez Garay, muerto en la guerra de Ucrania contra Rusia, le pudieron dar al uniformado cristiana sepultura en su pueblo natal.
El cadáver del soldado sucreño llegó al corregimiento Santiago Apóstol (San Benito Abad) en horas de la noche del martes 8 de noviembre y Bella Flor, el barrio que lo vio crecer, se hundió aún más en un profundo dolor al evidenciar su muerte.
Posteriormente, en medio de desgarradoras e incesantes escenas de sufrimiento protagonizadas por sus familiares y amigos, en horas de la tarde del día siguiente, al soldado del Ejército de Colombia, le fue dado el último adiós.
Bohórquez Garay tenía planeado regresar en diciembre próximo con algo de dinero para avanzar en su proyecto de darle una casa propia a su familia, objetivo que se diluyó con su trágica desaparición.
Eder, su hermano, cuenta que en Colombia le ofrecieron 20 millones de pesos mensuales por enrolarse al ejercito ucraniano, pero estando allá, le propusieron un sueldo de casi la mitad de dicha cantidad, sin embargo, decidió quedarse.
Jorge Leonardo no atendió los consejos que le dieron algunos amigos, de regresar, como si lo hicieron otros soldados con quienes viajó a pelear en una guerra que no era la suya, pero que podría dejarle el dinero que necesitaba para darle techo a sus hijos y su esposa.
A la familia del mercenario le propusieron la cremación del cuerpo y luego enviar sus cenizas al país, pero esta se negó, pues querían darle cristiana sepultura como se acostumbra entre su gente.
Los familiares del soldado de 32 años de edad, tuvieron que esperar más de un mes la repatriación de los restos para así darle cristiana sepultura; tuvieron que clamar a las autoridades colombianas ayuda hasta que lo lograron.
EL UNIVERSAL
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