Visitas libres y sin requisitos, así como lechona, salmón tostadas, galletas y Milo, sin incluir un colchón especial, son algunos de los beneficios que estaría disfrutando en la cárcel Picaleña de Ibagué, el teniente coronel (e) Benjamín Núñez Jaramillo, señalado de asesinar a los tres jóvenes del corregimiento de Chochó (Sincelejo).
Igualmente se obtuvo documentos a través de los cuales se podría sustentar y demostrar la serie de comodidades de la que estaría gozando el ex comandante operativo de la Policía en Sucre.
Desde agosto pasado, cuando fue trasladado al Bloque 7 del pabellón especial de exfuncionarios de dicha cárcel, el imputado estaría disfrutando de estos privilegios por haber sido un alto oficial en la Policía Nacional, con respaldo del ex director del Inpec, Gustavo Adolfo Ricaurte, su suegro.
también señala que el capitán en retiro, Miguel Ángel Rodríguez Londoño, director de dicho penal, presuntamente le ha permitido recibir varios elementos para que se sienta cómodo en su pabellón, tales como un televisor, una guitarra y un radio, entre otros elementos.
“La W conoció el memorando en el que el director de esta cárcel firma y autoriza entrar varios elementos y alimentos”, dice aparte de la nota periodística que estaría revelando lo que los abogados de las víctimas de la llamada “masacre de Chochó”, temían, luego de notar el “tratamiento especial” ofrecido al sindicado del triple asesinato.
Miguel Ángel Rodríguez Londoño, quien aún no se ha referido públicamente al tema, en su fin de semana de descanso habría ido hasta la cárcel para que no hubiera problemas con estas visitas, al parecer ordenado por mandos superiores.
EL UNIVERSAL
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