El CTI de la Fiscalía tomó como material probatorio la bebida gaseosa que los dos pequeños, de 5 y 7 años, ingirieron el pasado viernes 2 de diciembre en el barrio Nueva Esperanza de Soledad. Padrastro sería el que les suministró el líquido.
En la mañana de este domingo 4 de diciembre se reportó la muerte de Adolfo Venera Gutiérrez, de tan solo 7 años de edad, pequeño que junto con su hermano, de 5 años, habían resultado intoxicados el pasado viernes en una vivienda del barrio Nueva Esperanza, en el municipio de Soledad, tras ingerir una bebida gaseosa y comer galletas, según lo descrito por su madre.
La Policía Metropolitana de Barranquilla y su Unidad de Infancia y Adolescencia investigan las razones por las que resultaron afectados los dos menores de edad, miembros del mismo núcleo familiar.
Precisamente, la madre y el padrastro de los niños fueron quienes manifestaron ante las autoridades que la familia se encontraba en la vivienda, situada en la manzana 56 con Trasversal 6, y que luego de ingerir los alimentos ambos presentaron los síntomas de intoxicación.
Tras el malestar, según información suministrada por las autoridades, los hermanos fueron trasladados al Hospital La Misericordia, ubicado en el barrio La Central de Soledad, en la misma noche del 2 de diciembre.
Sin embargo, el pequeño de más edad presentó complicaciones de salud, por lo que fue trasladado hasta la Clínica Adela de Char, en otro sector del municipio, para que fuera valorado por especialistas. El menor fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos del centro asistencial y allí se produjo su deceso este domingo.
Las autoridades policiales trataban de establecer si los padres de los menores, en medio de un descuido, habrían dejado que los niños mezclaran los alimentos con alguna sustancia venenosa.
“Estamos en verificación de este caso porque no es común que alguien se intoxique con alimentos procesados industrialmente”, señaló la Policía Metropolitana frente al hecho.
El CTI de la Fiscalía tomó como material probatorio la bebida que los dos pequeños, de 5 y 7 años, ingirieron el pasado viernes para determinar la sustancia que les habrían suministrado en el envase.
Además el ente investigador conoció que el padrastro de los niños fue quien les dio a beber el producto hacia las 10:10 de la noche del día de los hechos.
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