¡Dolor! Sicario mató a joven el mismo día que se graduó de bachiller

Cortesía


La mamá de la víctima contó cómo fueron los últimos momentos de Francois Ramos Roger el sábado 17 de diciembre.



Rubelina Roger estaba tan feliz con el grado de bachiller de su hijo que no dudó en prepararle un agasajo para que compartiera en familia y con sus amigos ese logro importante que llegaba a la vida de él a los 18 años, luego de tantos esfuerzos.

La ceremonia fue en la tarde del sábado 17 de diciembre en el paraninfo de la sede de la Universidad de Cartagena, en Zaragocilla, y Rubelina no se cambiaba por nadie: Francois Ramos Roger ya era bachiller.

La mamá del joven le compró una botella de whisky y una caja de cervezas para que pasara la noche en casa, en el callejón Yáñez del sector Ricaurte, en el populoso Olaya Herrera.

El licor quedó sin probar y la celebración nunca se dio. A Francois lo asesinaron apenas unas horas después de recibir su grado, a escasos metros de su vivienda, tras recibir un misterioso mensaje en su WhatsApp.



Al joven, destacado también por practicar fútbol, lo baleó un sicario en instantes que compraba en una tienda de esquina en la misma calle donde residía.

Rubelina recuerda que a las 7 de la noche, y luego de cambiarse de ropa, Francois salió en su moto para lavarla. “Él me dijo, ‘mami voy a lavar a la moto’ y yo le respondí que hoy era que iba a lavar esa moto; entonces me comentó que también iba a verse con un amigo. Al poco rato regresó”, cuenta la madre del joven.

A las 8 de la noche, relata Rubelina, Francois volvió y de inmediato guardó la moto que hace apenas unos meses le había regalado su mamá.

Poco después comenzó a chatear en su celular y así se fue caminando a la tienda. Apenas entró, un hombre con monedas en las manos para hacer creer que también era cliente se le acercó por la espalda y le disparó a quemarropa y sin mediar palabras.

Eran las 8:30 p. m. cuando Rubelina, en su casa, escuchó los disparos. “Enseguida grite ‘Franco, Franco, qué está pasando’. Pensé que era una pelea, pero al ir a la tienda lo vi tirado lleno de sangre en la puerta de la tienda. Le levanté la cabeza y le hablaba”, cuenta la madre el joven.



Con Roger ya son 22 los homicidios en Cartagena y sus corregimientos en lo que va de diciembre, 12 de esos casos en sicariatos.
Ramos Roger recibió varios balazos, uno de ellos en la cabeza. En un video grabado en un celular se observa cuando dos allegados lo suben a la moto y en medio de la angustia de los curiosos lo trasladan al CAP de Olaya. Los esfuerzos fueron en vano.

Todo indica que a Francois lo estaban siguiendo. Al pistolero que lo mató lo vieron merodeando el sector horas antes en una moto como parrillero. Apenas vio que su víctima iba a la tienda se le fue por detrás.

Tras cometer el crimen, el sicario corrió hacia la vuelta de la esquina y huyó en la moto con su cómplice, llevándose los sueños de un joven que comenzaba a vivir y de una mamá que lo dio todo por su hijo.

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