Como es costumbre en los pueblos que están sobre la margen del Río Magdalena, los jóvenes se reúnen para bañarse en sus corrientes y así pasar un rato agradable.
En eso era lo que se encontraba Samuel David Alvarado Rodríguez, un adolescente de 17 años, y varios de sus amigos. Habían llegado la tarde del martes 29 de agosto al sector Bajo Manhattan de Magangué y allí saltaban, competían y se deleitaban en la orilla de este afluente.
Sin embargo, siendo las 5:30 de la tarde de ayer, de la felicidad se pasó a la angustia y el dolor en cuestión de segundos.
Sobre este hecho no hay claridad aún, pues una de las versiones da cuenta que el adolescente ingresó al agua, esperó a que pasara una pequeña embarcación y trató de agarrarse de esta, pero falló en el intento y se hundió.
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