La discusión del salario mínimo para el 2024 está llegando a su momento cumbre. El próximo 28 de noviembre se instalará la mesa de concertación y empezarán los debates reales sobre de cuánto será el aumento.
Por ahora, se han conocido varias posiciones ‘extraoficiales’ al respecto. Por un lado, desde el Gobierno y los sindicatos se ha comentado que el alza debería ser de dos dígitos, teniendo en cuenta que la inflación terminaría entre 9 % y 10 % para el 2023 y que la Corte Constitucional sentenció, hace algunos años, que el aumento debe ser más alto que el IPC del año inmediatamente anterior.
En el caso de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), se ha dicho que subir el mínimo por encima de 9 % sería un error, mientras que gremios y empresarios han sido cautos y, desde la Asociación Nacional de Industriales (Andi), por ejemplo, han dicho que hay que esperar el dato de productividad.
Igualmente, advirtió sobre la importancia de ser muy cuidadosos para definir el aumento porque hay que buscar el equilibrio entre mantener el poder adquisitivo de las personas y cuidar el empleo.
“Colombia tiene que entender que el salario mínimo debe aumentar por lo menos la inflación. Sobre eso ya tenemos un acuerdo social suficientemente claro y nosotros hemos sido defensores de esa recuperación adquisitiva de los trabajadores y lo seguiremos siendo. Pero hay que ser cuidadosos para definir el aumento porque hay que buscar el equilibrio entre mantener el poder adquisitivo de las personas y cuidar el empleo“, sostuvo, al respecto, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master.
Y, ahora, a la discusión se unió Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana y quien propuso un salario mínimo para el 2024 de 2 millones pesos… aunque con algunas condiciones.
2 millones para el mínimo, pero…
Según explicó Pardo, mediante un hilo en la red social X (antes Twitter), su idea de un mínimo de 2 millones sería posible si se aplican las siguientes condiciones:
– Que la contribución a de salud y pensión por parte del empleador se convierta en responsabilidad del empleado y se descuente de manera automática de la nómina: $320.000 mensuales por pensión (16 % de un salario mínimo) y $80.000 mensuales por salud (4 % de un salario mínimo).
– Eliminar la obligación del empleador de suministrar calzado y vestido al empleado cada cuatro meses (artículo 230 del código sustantivo del trabajo).
– Que la contribución a la caja de compensación familiar (4% del salario mínimo o $80 mil mensuales) sea voluntaria y la asuma el empleado.
– Que se eliminen las primas de mitad y fin de año (las cuales corresponden a medio salario mínimo mensual cada una, es decir, 1 millón de pesos) y el auxilio mensual de transporte (actualmente es de $140.000).
– Que no se paguen las vacaciones (los cuales equivalen a medio salario mínimo al año).
– Que el pago de cesantías (un salario mínimo al año) este a cargo del empleado y sea voluntario.
– Desindexar del mínimo la pensión mínima y la Vivienda de Interés Social (VIS).
“Con las modificaciones propuestas, el costo para el empleador aumentaría algo más de $200.000 mensuales, lo cual corresponde a un aumento no mayor del 12 % para 2024 (alrededor de dos puntos por encima de la inflación proyectada)“, explicó Pardo.
El experto también comentó que, para 2023, el salario mínimo está en $1’160.000 mensuales, pero que con todos los costos que asume el empleador la cifra asciende a casi $1’800.000 mensuales.
Así las cosas, dijo que con su propuesta “no habría un impacto sobre la generación de empleo formal. Al trasladar al empleado la mayoría de costos y contribuciones, se transparenta el salario mínimo“.
Pardo argumentó su idea en que, “al eliminar algunos beneficios y convertir algunas contribuciones de obligatorias a voluntarias, se le da al empleado mucha más liquidez y la libertad de administrar su remuneración de la forma que le parezca más eficiente. Mientras que se libra al empleador de engorrosos trámites administrativos“.
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