La gerencia de la clínica continúa en silencio, evitando dar respuestas a las crecientes preocupaciones del personal. Mientras tanto, los empleados están renunciando, agotados por la espera de un pago que, según la gerencia, llegará cuando haya fondos disponibles.
Los horarios de trabajo son extenuantes y sobrecargan al personal. Los especialistas han llegado al punto de derivar a sus pacientes a otras clínicas debido a la huelga en el departamento de cirugía. La razón es justa: sin pago, no se trabaja. Se deben tres meses de salario, primas y cesantías. Incluso hay deudas pendientes de hace un año en concepto de cesantías y vacaciones.
La situación se agrava aún más por la falta de seguridad social para los empleados. Si ocurriera un accidente laboral, ¿la clínica asumiría la responsabilidad? Lo dudamos. Así es como se vive la crisis y el desespero del personal de salud en la clínica en estos momentos.
Además, se está cometiendo una falta de respeto y humanización con el personal. Los auxiliares de enfermería están siendo colocados en puestos de jefatura para cubrir las vacantes. Esta es la realidad que enfrenta nuestro personal de salud, y es hora de que se haga algo al respecto.
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