Un soldador, en protesta por un pago pendiente, dañó el acordeón más grande del país. El trabajador exigió el pago por su labor y, ante la supuesta negativa para cumplir con el acuerdo, decidió tomar medidas contra el monumento.
El incidente, que se convirtió en una disputa entre un contratista y un empleador, ocurrió en Villanueva, La Guajira, donde se había erigido el monumento más grande en honor a la música vallenata. Un video difundido por el Diario del Norte muestra a un hombre utilizando un equipo de soldadura para cortar el recién inaugurado monumento a la cultura e identidad folclórica de Villanueva.
El hombre en el video, al parecer, es uno de los trabajadores que participó en la construcción del monumento, que fue inaugurado el 30 de diciembre por el entonces alcalde del municipio, Carlos Alberto Barros Mattos. El soldador afirma que, a pesar de haber trabajado en la construcción, no ha recibido el pago por sus servicios.
En el video, el hombre expresa su frustración y amenaza con destruir el monumento como forma de reclamar la supuesta deuda. La obra, que fue inaugurada poco antes del final del mandato del alcalde, consta de un grupo de monumentos en honor a la identidad folclórica del municipio y a la Cuna de Acordeones, así como 11 bustos de cantantes para conmemorar los 45 años del festival.
El alcalde Barros Mattos, conocido como ‘Beto’ Barros, condenó el acto y prometió denunciar el acto de vandalismo ante la Fiscalía. El contratista de los monumentos, identificado como Manuel, fue el encargado de contratar a los soldadores que construirían la estructura. Según el alcalde, se le debían $450.000 pesos al contratista, de los cuales se le entregaron $300.000 con la promesa de pagar el saldo el 2 de enero.
Cada monumento llevará el nombre de un artista del folclor de Villanueva. Sin embargo, durante la inauguración, el alcalde saliente reconoció que hubo varios problemas con la obra, entre ellos que no se pudo terminar y que faltaba instalar las letras del nombre del artista en el monumento.
El otro monumento, que fue dañado por el trabajador, llevaría el nombre de Israel Romero, a quien el alcalde describió como el mejor acordeonero del mundo. Ambas instalaciones, que tuvieron un costo total de $1.528.570.394,88, se erigieron como un referente turístico del municipio y con el objetivo de establecer un récord Guinness al acordeón más grande del mundo.
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