Cambios de sacerdotes en las parroquias de Cereté.

Las parroquias de Cereté están experimentando una reestructuración significativa en la asignación de sus sacerdotes, como resultado del reciente decreto 009 del 28 de diciembre de 2023, promulgado por el obispo de la diócesis de Montería.

Este cambio ha alterado la dinámica pastoral local. El presbítero Mario Ordoñez, anteriormente de la parroquia Medalla Milagrosa en Venus, ha sido reasignado a la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Sahagún. Su vacante será llenada por el presbítero Luis Fernando Montes, quien se traslada desde la parroquia de San Pelayo.

Además, el presbítero Gustavo Castaño ha dejado la parroquia de San Pedro Claver para servir en la Catedral de Montería, y su puesto será asumido por el presbítero Antonio Pitalúa.

El presbítero Miguel Muñoz también ha sido reubicado de la parroquia San Antonio de Padua a la parroquia San Luis Beltrán en Montería, y su lugar será ocupado por el presbítero Eduardo Escudero, que viene de Montería.

Estos cambios son una parte normal de la renovación dentro de la diócesis, pero también presentan tanto ventajas como desventajas. Por un lado, ofrecen a los sacerdotes la oportunidad de tener experiencias diversas en diferentes comunidades, lo que puede enriquecer su formación pastoral y su capacidad de adaptación. Además, pueden traer nuevas perspectivas y energías a las parroquias, revitalizando la fe y la vida espiritual.

Por otro lado, la salida de un sacerdote familiar puede causar incertidumbre entre los feligreses, lo que puede afectar la estabilidad y continuidad de las labores pastorales. La adaptación a un nuevo liderazgo puede llevar tiempo y generar cierta resistencia en la comunidad. Los cambios en los sacerdotes son un fenómeno inherente a la vida eclesiástica que puede generar tanto beneficios como desafíos en las parroquias.

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