Si el río Sinú sigue disminuyendo caudal diariamente 50 centímetros debido al fenómeno del niño y a la poca generación de Urrá, si su embalse se seca por la falta de lluvias, muchos acueductos no podrán captar agua y bombearla a usuarios.
Se aprecia en imágenes y los estudios en la variabilidad climática de la cuenca muestran una disminución, es decir, las variaciones en algunos parámetros que determinan la oferta hídrica del territorio.
Los resultados relevantes son la disminución de la disponibilidad global del agua en la cuenca. “Al observar las gráficas notamos una gran diferencia entre las condiciones antes y después del embalse. Aunque en el periodo preembalse la cuenca alcanzaba valores de déficit hídrico anual cercanos al 10 %, en el periodo posembalse alcanza valores cercanos al 30 %”.
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