Javier Páez Julio
San Pelayo (Córdoba, Colombia)
Aproximadamente 61 años, han transcurrido y todavía algunos habitantes en poblaciones como Las Lauras y Providencia, en San Pelayo(Córdoba), y parte del Zapal(Cereté), siguen creyendo en la leyenda rural de José Manuel y “Las niñas encantadas”, este personaje supuestamente habría sido llevado vivo a un mundo mágico en otra dimensión, debajo de las aguas en la Ciénaga o pozo de “Los gritos” ubicado en Las Lauras.
Según antiguos residentes que todavía existen en el pequeño poblado (Las Lauras) consideran fue un hecho real, pero no obstante, las nuevas generaciones aseguran, lo contrario: es una leyenda de creación colectiva. Además ya se convirtió en asunto enigmático, sin respuesta acertada. Relatan colonos y en las mentadas poblaciones: lo de “José Manuel y Las niñas”, parece un cuento fantástico e imaginario, pero atestiguan, que es real. Además hay cuatro testigos oculares y dan testimonio de lo acontecido y son: En las Lauras, Mercedes Patron, de 85años, los hermanos Félix y Carmen Petro, en Providencia y en el Zapal, José Joaquín Payares, este último fue sanado por los espantos o llamadas “Niñas encantadas”.
De acuerdo con lo indicado por Domingo Arturo Mestra Patrón, escritor, poeta e historiador, conocedor del caso y residente en Cereté, en el barrio 24 de mayo, la historia se remonta a los años 1.964. Hasta Las Lauras-Providencia, que antes eran un solo poblado, llegó una familia de indígenas, cargando a “José Manuel”, cuando era niño. Lo dejaron abandonado en casa de María Heurística, ella lo adoptó y posteriormente, lo puso a realizar labores propias del campo en esa época como: jarreador de agua, pajarero en cultivos de arroz, cortado de leña, entre tanto sus padres, no se supo más de ellos.
El encuentro sobrenatural
“Indica la historia, una tarde salió a las aguas de Los gritos (pescadores de antaño, se gritaban y así se comunicaban; por eso la bautizaron, la de los gritos). Y mientras sacaba el agua, con calabazos de totumo, “Las tres niñas encantadas” vestidas con velos de brillantes sobrenatural, lo agarraron por los pies. Acto seguido, lo hundieron en las aguas, trasladándolo hasta una ciudad mágica, construida en oro y también piedras preciosas y dicen algunos labriegos que allí reinaba, la armonía y la paz” indicó Domingo, el escritor.
Aseguran algunos residentes del fantástico pueblo cordobés, que a él, lo buscaron tres días con sus respectivas noches, y no lo encontraron y le hicieron una ceremonia fúnebre. Al cuarto día, lo hallaron vivo además asustado montado sobre un viejo tronco de árbol, en medio del agua, nadie sabe cómo sobrevivió. Agregaron, “Las Niñas” al indígena, le hicieron ofrecimientos de tesoros ocultos y asimismo místicos, pero no aceptó.
Lloró abundantemente
En el caserío lo apodaron “Cachimanuel”, él nos dijo que lloró mucho, yo lo vi era de baja estatura” explicó Mercedes Patron, quien afirma que conoció al hombre y además es antigua habitante de Las Lauras.
Por su parte Felix Petro, otro testigo de este místico suceso y morador de Providencia, explicó: “Duró años en el pueblo y sus familiares de crianza, lo sepultaron en el cementerio de Puerto Nuevo, yo lo conocí. A mi padre, le construyó una casa de palma, cuando estaba yo más joven”.
Poderes curativos y pacto violado
Un día cualquiera aparecieron Las niñas encantadas, a Nicolasa Causil, en Las Lauras y le dieron poderes curativos, pero con el compromiso, no cobrarles dineros a los pobres enfermos que acudieran a ella. “Esa señora montó una especie de consultorio y le decían “la médica” y recetaba. La fama, se regó por los caseríos cercanos. Motivo por el cual, venían cientos de curiosos y además necesitados a buscar ayuda, la señora con el tiempo murió inexplicablemente” explicó Carmen Petro, antigua habitante de Providencia, quien da testimonio del misterios hecho.
De igual forma atestiguan otros residentes de El Zapal(un caserio de Cereté-Córdoba), que al no tener otra persona adecuada “Las niñas encantadas” visitaron el asentamiento poblacional(El Zapal), y supuestamente eligieron a Blanca Arciria, y otra vez, volvieron los milagros, pero hicieron el mismo acuerdo con ella, no podía cobrar “dinero”.
La dama, se dejó corromper por la fama y de igual manera, el amor al dinero. Los encantos supieron, lo que hizo en secreto, con un pobre necesitado. Y por lo ocurrido, se marcharon ofendidas y tras ellas, se llevaron poderes benéficos y prometieron jamás regresar a la tierra de humanos.
“Un testigo”
“Soy testigo de eso un día bañándome el caño Bugre “los espantos” me jalaron por la pierna derecha con el propósito de llevarme al fondo y mi padre habló, con Nicolasa(la médica) para que les dijeran a esas “Las niñas encantadas”, me dejaran quieto” indicó Félix.
Por otro lado, ya se completaron casi 60 años y de esa extraña y misteriosa fuente de agua, solo quedó un pequeño pozo, no obstante en el ambiente, todavía hay algo especial, indescriptible. Los curiosos llegan allá, usando un viejo camino, además hay antiguo mapa elaborado a mano, por primeros aborígenes (antes habían indígenas) que habitaron la región.
“Ese joven, se levantó aquí con una familia y le pasó eso murió años después” dijo Álvaro Rubio, también residentes de Las Lauras, territorio de San Pelayo.
“Pozo milagroso”
Por su parte, Juan Pérez (nombre cambiado por petición de la fuente), de San Pelayo, señaló yo conocí ese pozo era milagroso, misterioso y producía pescado en abundancia a todo aquel que pescara allí. Y estuviera necesitado. “No sé que había, en el fondo, pero era un pozo distinto a los otros” sostuvo el hombre.
Otro grupo de nativos, en esa localidad pelayera aseguran, lo llamativo y “la gracia” de toda la historia es que continúa viva como el primer día. Esta preservada de manera hablada entre niños y adultos, además como cualquier personaje de cuentos y mitos, tiene sus opositores, pero ni así no han podido, impedir que las gentes, lo olviden.
Uno de los sanados habló
A su turno, José Joaquín Payares, uno los enfermos que años atrás consultó a la médica Blanca Arciria, a quien “Las niñas encantadas”, le dieron poderes curativos explicó: “Eso fue verdad, en una ocasión, me enfermé y me vi obligado a visitarla en consulta. Ella curaba y recetaba, usando “poderes mágicos”, otorgado por las Niñas, y hasta un tío, acudió a los servicios de esos poderes espirituales o de artes ocultas”.
Las Lauras, es un caserío perdido en la geografía cordobesa en cercanías a localidades como Caimán en San Pelayo, limita al sur con el corregimiento de Rabolargo en el municipio de Cereté; al este con el corregimiento de Las Guamas, de igual forma se delimita con corregimientos como San Isidro y Puerto Nuevo, también de San Pelayo.
¿Por qué esta supuesta leyenda no ha desaparecido en un pequeño caserío? ¿Qué métodos usaron sus habitantes para preservarla? son preguntas sin respuestas que nadie sabe, en la extraña población del medio Sinú, lo cierto es que si fue, una realidad transcendió a leyenda.
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