La creciente del río Las Ceibas trajo consigo una sorpresa inesperada para la comunidad del barrio José Eustacio Rivera.
En lugar de preocuparse por posibles inundaciones, se encontraron con una auténtica “pesca milagrosa”.
La aparición masiva de peces convirtió la situación en un evento único y lleno de alegría.
Los residentes, inicialmente preocupados por la crecida del río, ahora celebran este inusual regalo de la naturaleza.
Una vecina expresó: “Estábamos preparados para lo peor, pero Dios nos mandó peces en lugar de agua”.
Este acontecimiento ha unido aún más a la comunidad, demostrando que incluso en medio de la incertidumbre, la esperanza y la abundancia pueden surgir de la nada.
Los equipos de emergencia continúan monitoreando de cerca la situación, pero por ahora, la atención está puesta en disfrutar de este verdadero milagro.
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