El calvario que viven los trabajadores de la Clínica Montería se ha prolongado durante meses, dejándolos en una situación desesperada. Mientras tanto, los propietarios, también dueños del Grupo de Comunicaciones del meridiano de Córdoba, parecen incapaces de cumplir con sus compromisos salariales.
La Superintendencia Nacional de Salud retiró la intervención que había impuesto en la Clínica Montería en octubre de 2014, con la promesa de estabilidad financiera y excelencia en la atención médica en la capital cordobesa.
Sin embargo, la realidad para los trabajadores es desoladora. El incumplimiento prolongado en el pago de sus sueldos ha desencadenado una crisis financiera de proporciones alarmantes. Con cinco meses de sueldo pendientes y cesantías atrasadas de los años 2023 y 2024, la angustia entre los empleados es palpable.
Muchos se ven obligados a dejar el trabajo o buscar desesperadamente otras fuentes de ingresos para sobrevivir. Es una situación insostenible que requiere intervención inmediata por parte de las autoridades pertinentes.
Es inadmisible que los trabajadores y sus familias sufran estas penurias debido a la negligencia de la administración de la clínica. Más aún cuando se sabe que los mismos propietarios son responsables de retrasos salariales en otras áreas, lo que agrava aún más la situación.
Esta denuncia pública busca llamar la atención de las autoridades y exigir medidas concretas para resolver esta crisis laboral. Los trabajadores de la Clínica Montería y sus familias merecen recibir los pagos que les corresponden y el apoyo necesario para superar este difícil momento.
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