En medio de la adversidad, Olga Lucía Ávila Toscano tiene la fe intacta en que su nieto José Andrés volverá a ser el mismo de antes.
Después de más de un mes hospitalizado en una clínica en Montería, el menor quien había caído de la azotea de la torre 2 en la manzana E de la Urbanización El Recuerdo, volvió a casa, mejor de salud y aunque aún hay cosas que no recuerda, tiene la fe que pronto todo volverá a sus recuerdos.
Su abuela, quien lo tiene a cargo, le contó a un medio local, que el día del hecho,24 de febrero en la tarde, el menor estaba volando una cometa y no se percató de que estaba en la orilla y fue cuando perdió el equilibrio y cayó al vacío. Agregó que José es un verdadero milagro, pues ni los médicos tenían la certeza de que sobreviviría. “Una vez llegó a la clínica luego de que le hicieron la tomografía lo metieron a cirugía”, expresó Olga Lucía. Y es que el mismo José acertó en decir que está vivo gracias a Dios y que está contento de haber regresado a su hogar.
El menor sufrió una gran contusión en la cabeza, tanto que tuvieron que sacarle parte del cráneo debido a que tenía el cerebro demasiado inflamado, pero en pocos días debe regresar al quirógrafo para volverlos a colocar, además deben operarle las manos. Debido a esto, es probable que José Andrés no pueda volver al colegio por ahora y compartir con sus amigos. El menor cursa 4º en Cantaclaro.
“Los médicos nos dicen que está bien, lo único que le falta es recordar porque a algunas personas no las reconoce”, indicó la abuela.
Agregó que aparte de esto, José Andrés se fracturó las dos manos ya que, en un instinto por sobrevivir, las metió y recibió todo el peso del cuerpo. Este caso conmocionó a gran parte de la ciudad que se unió en oraciones por la salud del menor que hoy da testimonio de cómo la fe todo lo puede. A pesar de que no tienen le mejor situación económica, Olga Lucía siempre está con una sonrisa y su alegría ha sido fundamental para la recuperación de José Andrés.
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