A “El Chino” Anaya lo querían matar y el atentado en el que murió no era para el hijo de “La Gata”

De esta versión está convencido David Díaz Chamorro hijo del ex alcalde de El Roble, Sucre, Eudaldo ‘Tito’ Díaz.

El médico se refirió al atentado que se registró el pasado jueves 23 de mayo, en el que 12 hombres armados irrumpieron en la clínica del norte de Barranquilla donde se encontraba Luis Alfonso López, alias “El Gatico” hijo de la fallecida Enilce López conocida como “La Gata”. En el atentado falleció Edelmiro Anaya González, alias Chino Anaya,

Y es que Díaz Chamorro tienes razónes suficientes para contradecir las versiones iniciales que dieron las autoridades a sobre a quién iba dirigido ese atentado.

A el “Chino Anaya lo conoció hace 20 años atrás, ya que era escolta de su padre y luego se convirtió en su asesino.

Relató que el desmovilizado había salido airoso de dos atentados recientes antes de su muerte y se duele de no haber hecho público un comunicado en el que pedía que se protegiera a Anaya porque con esto se garantizaba el derecho a la verdad que tanto reclaman las víctimas en Colombia.

“A Edelmiro Anaya, alias Chino Anaya, uno de los asesinos de mi padre, el ex alcalde de El Roble, Sucre, le hicieron un atentado hace aproximadamente un mes y otro hace aproximadamente 2 semanas. En el segundo atentado, por múltiples ocupaciones, se me quedó a medias un comunicado público pidiendo que se protegiera la vida de alias Chino Anaya, porque sé que era un hombre que conocía mucho sobre el asesinato de mi padre, y recientemente Salvatore Mancuso señaló al expresidente Álvaro Uribe Vélez de ser coautor del crimen de mi padre”, expresó el médico.

En su relato continua diciendo “sin duda era una información muy peligrosa para quienes podrían corroborar dicha versión, uno de esos Edelmiro Anaya González, exescolta de mi padre, y de quien durante el proceso en la Corte Suprema de Justicia y jueces de la justicia ordinaria demostraron que había sido la persona que el paramilitarismo en Sucre había infiltrado en el esquema del ex alcalde de El Roble, Sucre, para entregarlo al grupo paramilitar del que, según la misma Corte Suprema, Salvador Arana era jefe, fundador y financiador”, anotó Díaz Chamorro.

Indicó que por muchos años ‘el Chino Anaya’ se dedicó a negar ante jueces, fiscales y magistrados la responsabilidad de Arana en este crimen.

“Hasta que Salvador Arana, ya contra las cuerdas por nosotros los familiares del ex alcalde de El Roble, que con pruebas, información clave y nuestros testimonios expuestos al público por medio de los buenos periodistas de este país no lo dejamos mover sus tentáculos, por lo que le tocó entrar a la JEP, donde con pruebas hemos demostrado que los engañó para que hoy pudiera estar libre, ahí le tocó aceptar lo que ya todos sabíamos: que él había asesinado a Eudaldo ‘Tito’ Díaz, el entonces alcalde de El Roble”.

Indicó ademas que Greis Tirado, excompañera sentimental del ‘Chino Anaya’ y que fue asesinada en Sincelejo hace varios años, le “confesó que Arana mensualmente le enviaba 3 millones de pesos por su silencio, que ella reclamaba donde una compradora de nóminas de funcionarios públicos de la Gobernación de Sucre. También me dijo que ‘el Chino’ temía ser asesinado por este cuando ya no le sirviera y que, a veces, cuando Arana se atrasaba con la cuota ‘el Chino’ lo llamaba y le recordaba que él sabía muchas cosas para hundirlo a él y a sus amigos políticos”.

El pasado jueves Edelmiro Anaya González, de 57 años, habría llegado antes de las 11:00 a. m. a la IPS Mediclínica, en compañía de una persona que se quedó en la puerta del centro asistencial. Subió hasta la habitación o consultorio 407E y allí fue recibido por Eduar Yesid Montero De la Hoz, de 30 años y hombre del círculo de vigilancia de Jorge Luis Alfonso López.

La idea era que el hijo de la fallecida Enilce López lo atendiera, cuando, de repente, hizo presencia el comando armado de unas 11 personas que portaban prendas falsas de la Dijín de la Policía.

Aunque, en otra versión aportada por testigos se logró obtener que ‘el Chino Anaya’, al parecer, ya estaba allí como “escolta” de Jorge Luis Alfonso López.

En la balacera, Anaya recibió cinco balazos en la cabeza y su muerte fue instantánea.

Entretanto, Montero De la Hoz, según el registro de la autoridad, fue impactado en siete oportunidades, la mayoría de ellos en la cabeza. También murió en la misma habitación donde se perpetró el ataque.

El mismo día las autoridades informaron que tenían en su poder videos de cámaras de seguridad, armas usadas por los criminales, dos automóviles, chaquetas reflectivas de la Dijín falsas, huellas dactilares, elementos con los que se podrían identificar a los autores de este atentado. Pero en el rastreo también han acumulado teorías y datos que serían determinantes para establecer móviles del plan criminal que, según expertos, no tendría antecedentes en la capital del Atlántico. No por el número de víctimas fatales que dejó, ni por la forma cómo se ejecutó, sino por el escenario en el que se desarrolló: un centro asistencial con médicos, enfermeras, empleados administrativos y del servicio, así como pacientes.

“Alias el Chino Anaya ingresó a las AUC en Sincelejo (Sucre) en enero de 2003 y formó parte del frente Montes de María o Golfo de Morrosquillo al mando de alias Cadena y de Ángel Miguel Berrocal Doria, alias Cocha”, se lee en el documento.

Durante su militancia en el grupo armado organizado al margen de la ley fue el encargado de comprar armamento y fungió como jefe de escuadra y comandante militar teniendo en cuenta que perteneció a las Fuerzas Armadas. Su zona de injerencia fue Sincelejo, Sampués, Corozal, Betulia, Sincé, Palmito, El Roble, Los Palmitos, El Piñal y Parte de Ovejas (Sucre).

El ‘Chino’ fue condenado a 37 años y nueve meses de cárcel por su coautoría en los delitos de desaparición forzada agravada, homicidio agravado por la muerte del alcalde de Robles, Sucre Eudaldo ‘Tito’ Díaz.

Luego se sometió a la JEP donde obtuvo libertad condicional libre desde hace cinco años

Con la muerte de Anaya lograron que éste se llevara a la tumba muchos secretos del caso. Se mantiene en secreto todavía mucha información, ya que El Chino Anaya era una de las personas que podía corroborar por haber sido una persona que participa en el crimen de mi padre, que fue encomendado para esta misión. Conocía quiénes eran los autores intelectuales y cómo ocurrieron los hechos”, señaló.

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