Petro subrayó que la Carta Política de 1991, aunque diseñada con una visión progresista, “nunca se aplicó” de manera efectiva
En una contundente declaración ante la Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas (Peacebuilding Commission) en Nueva York, el presidente Gustavo Petro afirmó que la legalización de la cocaína podría poner fin a la guerra en Colombia.
Durante su intervención, Petro sostuvo que la violencia persiste a pesar de los constantes esfuerzos por erradicarla y criticó la falta de implementación de la Constitución de 1991, a la que calificó de progresista pero ineficaz en la práctica.
El mandatario colombiano subrayó que la Carta Política de 1991, aunque diseñada con una visión progresista, “nunca se aplicó” de manera efectiva, lo que ha contribuido a la prolongación del conflicto.
Petro argumentó que la ausencia de una verdadera revolución democrática en Colombia ha impedido que las reformas necesarias se lleven a cabo, perpetuando así la violencia y la injusticia social en el país.
En su discurso, Petro resaltó la necesidad de repensar las políticas de drogas, sugiriendo que la legalización de la cocaína podría ser una solución radical pero efectiva para poner fin a décadas de conflicto armado.
Según el presidente, esta medida no solo desmantelaría las economías ilegales que financian la guerra, sino que también permitiría una regulación estatal que beneficiaría a las comunidades afectadas por el narcotráfico.
El mandatario concluyó su intervención haciendo un llamado a la comunidad internacional para apoyar un enfoque más pragmático y menos punitivo hacia las drogas.
“Si la cocaína fuera legal, mañana se acaba la guerra en Colombia”, reiteró Petro, invitando a una reflexión profunda sobre las políticas actuales y sus impactos en la paz y la seguridad global.
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