Yesenia Paola Garcés López, de 31 años de edad tan solo tenía días de haberse ido a Santa María (Buenaventura) a trabajar y ahora regresará a Montería de donde es oriunda, pero muerta. La mujer es una de las 12 víctimas de la masacre ocurrida el lunes 9 de septiembre en el sector conocido como Sagrada Familia, en la zona baja del río Naya.
De acuerdo a sus familiares de la mujer que un señor que la conocía desde hacía mucho tiempo y que siempre le ayudaba a buscar trabajo, le dijo que estaban buscando gente para laborar en esta zona y sin pensarlo se fue.
“Ella siempre trabajaba administrando billares y discotecas. Había laborado en ciudades como Cali y en otros lados como el sur de Bolívar”, comentó su familiar. Agregó que Yesenia Paola deja dos hijos, de 12 y 15 años de edad con los que residía junto a su pareja sentimental en la Urbanización La Gloria II, en el sur de Montería.
No los han sacado
Hasta el día de ayer las autoridades indicaron que los cuerpos no habían podido ser sacados de la zona pero se espera que con la ayuda del Ejército y la Policía sean evacuados de allí y llevados a Medicina Legal para identificarlos plenamente y así entregarlos a sus familiares.
De igual forma, la Armada de Colombia informó que ha desplegado unidades fluviales y de Infantería de Marina hasta Puerto Merizalde para apoyar a las autoridades gubernamentales en la región del río Naya. Las personas muertas son cinco mujeres y siete hombres, once eran afrodescendientes.
Es importante resaltar que la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, informó que, aunque se comenta que algunos de los muertos serían del frente ‘Jaime Martínez’, las mujeres “no serían miembros de las disidencias”.
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