Unicórdoba ha recuperado 50 hectáreas degradadas por minería aurífera con plantas nativas y tecnologías amigables.

Con una placa de reconocimiento Unicórdoba exaltó al campesino Ángel Trujillo Montes (izquierda), propietario del predio en Ayapel donde se ejecutó parte del proyecto. Le entrega el profesor José Luis Marrugo.


Montería 16 de septiembre de 2024. En un balance final del proyecto Recuperación de Suelos Degradados por Minería Aurífera, ejecutado por la Universidad de Córdoba con recursos del Sistema General de Regalías (SGR), esta alma mater entrega como balance la fitorremediación de al menos 50 hectáreas afectadas por Mercurio, y otros contaminantes libres como Arsénico, Plomo, Cadmio y Cobre, que son tóxicos tanto para la biota como para la salud.


El recorrido de intervención científica de Unicórdoba se hizo en el Chocó, municipio Río Quito; finca la Paraguay, Caucasia; en Majagual, en Caño Viloria (Sucre) y en la mina El Alacrán, zona rural de Puerto Libertador, sur de Córdoba.


El docente e investigador científico José Luis Marrugo, adscrito a la Facultad de Ciencias Básicas y director del Grupo de Aguas, Química Aplicada y Ambiental, en Unicórdoba, explica que en estas áreas se retiraron los contaminantes y se recuperaron las áreas para nuevas actividades productivas.
Agrega el docente que para este proceso se ha utilizado la especie Jatropha curcas, y otras de sucesiones secundarias que genera esta planta por la sombra,

como son: Paspalum fasciculatum, Santa María, Coquito y otras gramíneas que atrapan nitrógeno de la atmósfera y van mejorando la fertilidad del suelo.
“Es un suelo que termina siendo productivo, en el que se puede implementar bosques, frutales, cultivos de arroz, maíz o pasta-ganado, que es el primer piloto de este proyecto, en un suelo que anteriormente era estéril”, explica el profesor José Luis Marrugo.
En el más reciente acto de clausura de esta iniciativa la Universidad de Córdoba, a través del Laboratorio de Toxicología y el Grupo de Aguas, Química Aplicada y Ambiental, entregó placa de reconocimiento al campesino Ángel Trujillo Montes, quien facilitó por el lapso de tres años un predio de 2.5 hectáreas en la vereda La Quebradona, sur de Ayapel, para la finalización del proyecto, que ha propendido por tecnologías amigables con el ambiente.
“Don Ángel siempre estuvo presto a apoyar esta investigación y por eso la Universidad de Córdoba le hizo este reconocimiento. A nosotros nos motiva que existan personas en el territorio que realmente quieren que los problemas que ocasiona la minería se remedien, para evitar mayor contaminación”, sostuvo el profesor Marrugo, durante visita de clausura en la Quebradona, Ayapel.
Esta acción de la Universidad de Córdoba en los territorios escogidos para la ejecución del proyecto, responden a la apuesta de esta alma mater, desde la orientación del rector, Jairo Torres Oviedo, de intervenir con la ciencia para ayudar a superar problemas de índoles sociales, ambientales, de salud, de convivencia y demás donde pueda tener injerencia la academia y no quedarse sólo en la generación de conocimiento en aulas y laboratorios.

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