El 30 de septiembre, un ataque armado dejó cuatro personas sin vida en la vereda La Rompida, ubicada en Yondó, Antioquia. Las víctimas, tres hombres y una mujer, viajaban en una camioneta, al parecer, transportando un cuerpo, cuando fueron interceptadas y asesinadas.
De acuerdo con reportes preliminares, entre los fallecidos se encontraban líderes de la Junta de Acción Comunal de Cantagallo, Bolívar, entre ellos Lisímaco Samudio, presidente de la organización; Johana Sepúlveda, secretaria; y Jhon Freddy Pérez, vicepresidente.
Ante este hecho, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián, manifestó: “una vez más le pedimos al Gobierno Nacional que valore estos hechos en su contexto y que levante el cese al fuego contra esta estructura. No hay nada político en acribillar a cuatro comunales. Nuevamente solicitamos que se le desate a la fuerza pública las manos para combatir con más contundencia el accionar criminal alevoso de estas estructuras, que posan de insurgentes o contrainsurgentes, pero que no están detrás de otra cosa que la captura de rentas ilícitas”.
Según información preliminar, el Clan del Golfo estaría detrás del ataque, ocurrido en una zona donde también operan grupos como el ELN y disidencias de las FARC.
Las autoridades investigan los hechos y buscan capturar a los responsables.
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