Durante la audiencia de imputación de cargos contra Juana Yaneth Perea y su hijo Yofran Orozco Perea, la Fiscalía Segunda Especializada de Sincelejo informó que el asesinato del licenciado, rector y gestor cultural de Sucre, Armando Rivero Manjarrez, tuvo motivos económicos. Juana era la excompañera sentimental de Rivero y Yofran, su hijastro.
La Fiscalía imputó a Yofran los delitos de desaparición forzada agravada y homicidio agravado, cargos que él no aceptó. Juana también rechazó el cargo de desaparición forzada agravada. Ambos fueron imputados como coautores con dolo, es decir, con pleno conocimiento de sus acciones.
Durante la audiencia, Juana rompió su silencio y, visiblemente alterada, declaró: “Prefiero estar muerta que pagar por algo que no he hecho”.
Vinculación al crimen
La Fiscalía vinculó a Juana y Yofran al crimen ocurrido el 12 de julio mediante el análisis de las llamadas realizadas y recibidas desde sus celulares. La geolocalización de estas llamadas permitió inferir su participación en el hecho, calificado por el fiscal como “deplorable”.
El informe de necropsia ampliado por Medicina Legal reveló que la muerte de Rivero fue traumática y violenta. Su cadáver, encontrado el 17 de julio en el corregimiento San Luis, en Sampués, presentaba un impacto de bala en la cabeza y otro en un antebrazo, además de heridas defensivas.
El crimen, ocurrido el 12 de julio, fue parte de un plan de Yofran, quien dio varias versiones contradictorias a las autoridades, lo que contribuyó a su incriminación.
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