Habitantes del barrio La Floresta, en la primera calle, se encuentran bastante molesto por la situación de insalubridad que están viviendo debido al rebosamiento de aguas servidas.
Ellos informan que se ha vuelto un calvario vivir en esa parte de Cereté, debido a los malos olores que emanen del rebosamiento de los manjoles del sistema de alcantarillado ubicado en ese sector.
Cabe anotar que los más perjudicados con esta situación son los niños y personas de la tercera edad, algunos han tenido que mudarse para dónde familiares debido al fuerte olor nauseabundo y el temor de contagiarse de una enfermedad cutánea.
Es hora que los entes como la Secretaria de Planeación Municipal y La Empresa Aqualia tomen los correctivos necesarios para mejorar la calidad de vida de estos cereteanos, que por este motivo del rebose de las aguas servidas se ven bastante perjudicados.
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