El Viernes Santo se espera que al mediodía broten las higas para arrancarlas de árboles y convertirlas en los dijes de las aseguranzas o amuletos a los creyentes de Dios.
Las Higas, son conocidas tradicionalmente como pequeños piezas de madera a las que históricamente la gente le ha dado valores místicos de protección, pues las utilizan como amuleto para protegerse del alcance del ‘mal de ojo’; un maleficio supersticioso que puede transmitirse con la mirada.
Se el primero en dejar un comentario