Quiero expresar con profunda preocupación y responsabilidad las circunstancias que rodearon mi salida de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) el pasado viernes. Aclaro que durante mi gestión como subdirector general, que abarcó más de seis meses, nunca firmé las órdenes de proveeduría que hoy son objeto de críticas y denuncias penales.
Con autoridad moral, afirmo que he actuado evitando avalar actos jurídicos que contravienen los principios que defiende el gobierno del cambio. Sin embargo, esta postura ha tenido graves consecuencias, al convertirme en un obstáculo para aquellos que buscan evadir responsabilidades en supuestas irregularidades que afectan a la institución.
La UNGRD cuenta con un listado de proveedores idóneos para atender situaciones de emergencia, pero es preocupante que recientemente se hayan otorgado dos contratos, por un total de $74.400 millones, al mismo contratista en menos de tres meses. Pregunto, ¿hasta cuándo permitiremos malas prácticas en las entidades públicas? ¿Por qué un funcionario honesto debe ser víctima de artimañas para eludir culpas?
Hago un llamado a una investigación exhaustiva de todos los procesos contractuales bajo la modalidad de proveeduría durante 2023 y lo avanzado de 2024, así como la selección de contratistas, con el fin de esclarecer responsabilidades penales y disciplinarias.
En relación con la controversia de los carrotanques, quiero señalar que la UNGRD contrató a la empresa Impoamericana Roger SAS por $46.800 millones para la compra de 40 carrotanques el 12 de octubre de 2023. Posteriormente, el 29 de enero de 2024, la misma empresa fue contratada nuevamente por $27.600 millones para adquirir 20 carrotanques adicionales, sumando $74.400 millones en menos de 3 meses con el mismo proveedor. Pregunto nuevamente, ¿por qué se recurre repetidamente al mismo contratista si existen proveedores idóneos?
Respecto a las acusaciones de corrupción relacionadas con las llamadas ‘ollas comunitarias’, quiero dejar claro que mi dependencia no fue responsable de la contratación o ejecución de este programa asistencial. La UNGRD se limitaba a impartir instrucciones de pago sobre contratos ya perfeccionados por la Subdirección de Manejo de Desastres.
Exhorto a la transparencia y rendición de cuentas en todas las instancias involucradas. Mi compromiso con la honestidad y la legalidad permanece firme, y estoy dispuesto a colaborar plenamente con cualquier investigación que contribuya a esclarecer los hechos y mantener la integridad de la UNGRD.
Atentamente,
Víctor Meza Galván
Exsubdirector de la UNGRD
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