El Ejército Nacional de Colombia ha retirado a 18 miembros de sus filas tras los eventos ocurridos en la vereda Bocas del Manso, en la zona rural del municipio de Tierralta, donde se denunciaron intimidaciones por parte del personal militar hacia los campesinos de la zona el pasado martes 12 de septiembre.
La decisión se tomó después de una investigación y una inspección que arrojaron resultados sobre la conducta de los militares involucrados en la operación, la cual fue calificada como “totalmente contraria al actuar institucional”. Entre los militares retirados se encuentran seis oficiales y dos suboficiales pertenecientes al Batallón Junín del Ejército Nacional, incluyendo al actual comandante de la Brigada XI y 10 militares que participaron directamente en los hechos.
El teniente a cargo de la patrulla seguirá vinculado mientras termina su incapacidad médica y una vez finalice será llamado a calificar servicios. El general Luis Ospina, comandante del Ejército, indicó que los procedimientos efectuados fueron totalmente contrarios al actuar institucional, transgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar.
Finalmente, el general precisó que se están adoptando medidas para fortalecer el aprendizaje desde las Escuelas de formación y capacitación, así como en los Batallones de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento, con el objetivo de evitar que se presenten estos comportamientos individuales que se apartan de las políticas y lineamientos institucionales.
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