Derek Rosa, un joven de 13 años, ha confesado haber asesinado a su madre en Florida, Estados Unidos. El brutal crimen, que implicó 46 puñaladas, ocurrió la noche del 12 de octubre en el apartamento familiar, ubicado en 211 W. 79th Place, en Hialeah, Miami Dade, Florida.
Este hecho ha causado gran conmoción en Estados Unidos. Mientras la justicia quiere procesar a Derek como un adulto debido a las evidencias y su propia confesión, su familia, especialmente su abuela materna, pide clemencia e insiste en que Derek es un joven bueno y noble.
El caso de Derek ha generado un amplio debate sobre cómo debería ser juzgado. Se ha lanzado una campaña en Change.org para “salvar” al adolescente. Los simpatizantes plantean dudas sobre la implicación de Derek en el crimen y señalan supuestas inconsistencias en las pruebas presentadas por las autoridades.
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