Camilo Antonio Ramos, de 27 años, fue asesinado con tiros en la cabeza, en el barrio La Candelaria, sur de Montería, donde tenía afuera de su casa de madera una improvisada barbería en la que lucía curiosamente un letrero en la pared: “barbero hasta la muerte”.
Y pareciera que los sicarios que llegaron sabían de ese letrero, porque lo mataron a tiros en la tarde de ayer cuando el hombre ejercía su oficio. En el atentado habría resultado baleado un menor de edad, mientras que un perro resultó muerto de un balazo.
Con este crimen, sumado al de Lorica y al de la estilista de Tierralta, subió a 143 la cifra de homicidios en el 2022. Los sicarios se dieron a la huida en sentido al barrio Los Nogales.
La Policía armó un ‘plan candado’ que fue evadido por los delincuentes motorizados que lograron huir.
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