Comandante se habría ido a parrandear a un concierto a Cali mientras sus unidades militares eran atacadas en Cauca

El Ejército Nacional ha abierto una investigación contra el coronel Juan Carlos Suárez, jefe del Comando Operativo y de Estabilización y Consolidación Apolo en el departamento del Cauca, tras denuncias de que abandonó sus labores para asistir a un concierto de música popular en Cali mientras sus unidades militares eran atacadas.

La denuncia fue realizada por otros uniformados, quienes expresaron su indignación al ver que el coronel asistía a un concierto en medio de una crisis de orden público en el Cauca, una región conocida por la alta presencia de grupos armados ilegales y frecuentes enfrentamientos con la Fuerza Pública.

El Ejército Nacional emitió un comunicado señalando que se ha delegado una comisión inspectora para verificar la veracidad de las acusaciones y determinar si existe responsabilidad o falta disciplinaria por parte del coronel Suárez. La comisión se encargará de revisar los procedimientos institucionales y establecer los hechos.

Según información filtrada en grupos de chat del Ejército, varios uniformados manifestaron su descontento con las acciones del coronel: “Es el colmo que mientras el señor coronel está tomando y en conciertos, los soldados ponen el pecho, él es el comandante, lo mínimo es que esté con sus tropas y liderando las operaciones militares”.

Además de haber asistido al concierto sin autorización para salir de la jurisdicción asignada, Suárez también enfrenta acusaciones de haber estado acompañado por una oficial del Ejército que no es su esposa.

En respuesta a estos señalamientos, el coronel Suárez declaró en una entrevista con W Radio que está cooperando con la investigación y que confía en que los protocolos se están siguiendo correctamente: “No hay problema, todo se está haciendo según protocolo. Me verifican y se darán cuenta de la verdad (…) Hay una comisión que me está verificando. Así las cosas, que sean ellos quienes lo digan”.

El caso ha generado un gran revuelo, resaltando la necesidad de una supervisión más estricta y de una conducta ejemplar por parte de los altos mandos militares, especialmente en zonas afectadas por la violencia y el conflicto armado.

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