El departamento de Córdoba envió un SOS al Gobierno Nacional ante la ola invernal que se inició con fuerza en esta región y que tiene encendidas todas las alarmas por los estragos que pueda ocasionar, si se tiene en cuenta que las lluvias se extenderán hasta el mes de julio.
Ante los pronósticos del Ideam, la Oficina de Gestión de Riesgo del Departamento ya hizo las primeras peticiones al nivel central, entre ellas, 30 mil kits de alimentos y maquinaria para la recuperación de los cauces de ríos, arroyos y caños que hoy amenazan a miles de cordobeses.
El director de la Oficina en mención, Henry Licona Pernett, afirmó que además de las preocupaciones por lo que está sucediendo en Ayapel, producto de las inundaciones en la Mojana, también hay otros puntos que generan inquietud, entre ellos, el arroyo Carolina en el punto conocido como La Fortuna (San Carlos), pero además, se deben hacer trabajos de reforzamiento en los jarillones de Cotorra, los cuales muestran fragilidad y si la Ciénaga Grande del Bajo Sinú sigue recibiendo agua en cantidades, muy seguramente no solo ese municipio sufrirá por las inundaciones, sino que ese mismo riesgo lo tiene Chimá.
En el monitoreo a la Ciénaga de Ayapel, ayer a las 6:00 a.m. su nivel era de 4.38 metros, pero a las 12:15 del medio día subió a 4.46 metros.
Angustia en Ayapel
Lo que hoy se registra en Ayapel es de intranquilidad para las autoridades en Córdoba y el gobernador Erasmo Zuleta Bechara envió un mensaje: “Reiteramos nuestro llamado al Gobierno Nacional para que destinen los recursos necesarios para invertir en obras que le brinden una solución estructural a este drama que cada temporada invernal golpea a más de 36 mil familias”, esto en referencia con ‘Caregato’, la boca que tiene en emergencia a la Mojana. Según la información suministrada por la Alcaldía de Ayapel, son más de mil 500 familias afectadas en cinco corregimientos y 30 veredas de este territorio, además de unas 3 mil hectáreas inundadas.
El mandatario ha señalado que la emergencia supera las capacidades de los agentes territoriales locales y que se necesita, más allá de una acción para la atención a damnificados, soluciones definitivas.
La angustiosa situación provocó que un instalara un Puesto de Mando Unificado en Ayapel, del que hace parte el gobierno departamental, la CVS y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, con el fin de monitorear la situación que se registra en esta población.
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