Por Róbinson Nájera Galvis
El Departamento de Córdoba siempre ha tenido buen nivel boxístico, pero anteriormente la falta de escenarios, entre otras circunstancias, no brindaba la oportunidad para competir por títulos, sin embargo, en medio de las dificultades, en 1.968 Enrique Higgins se midió por la corona mundial al mexicano Raúl Rojas. Aunque perdió, la llama de los guantes en Córdoba ya no la pudo apagar nadie, pues vino una larga lista de pugilistas, entre ellos, “Barbulito” Zuluaga, Juan González, “El Yata” Durango, hasta coronar con el gran Miguel “Happy” Lora, un campeón que paseó por todo el mundo su cintura de oro.
Sahagún, municipio cultural de Córdoba, estaba por fuera de esta fiesta boxística, pero en 1966 llegó de Sincelejo un niño de 5 años que tiraba jabs y uppercuts en el aire, inspirado en los combates que escuchaba por radio. Luego, una noche de 1.972 en que el palenquero “Kid Pampelé”, se alzó con el título Mundial welter junior y “Rocky” Valdés por su parte, hacía de las suyas para acercarse a la Corona de los medianos, Felipe Angulo, el chico de la historia, ya no tuvo ninguna duda, su vida estaría ligada por siempre a los guantes, el tinglado, el calentamiento, el pesaje, el gancho, el nocaut, etc.
Felipe Angulo, al cumplir los 14 años, en una gallera como coliseo, con guantes prestados y un ambiente poco boxeril, se sentía como pez en el agua. Los obstáculos no importaban, bajó el ritmo a los estudios y comenzó a tirársela toda al boxeo, y toda es toda, porque resultó ser un gran fajador- pegador que cuando lo tocaban se volvía una fiera. Así sucedió en un dramático combate con “El Recluta” González, quien le partió el pómulo. Al ver sangre, Felipe se volvió una máquina de tirar golpes y Jairo Morales, uno de los comentaristas de la pelea, entusiasmado exclamó: “Es una verdadera FURIA”, y así se quedó.
Entre verraquera, sangre y el fragor de los guantes, a los 19 años “La Furia” Angulo ya había realizado 275 combates como amateur, representando al Departamento de Córdoba se erigió 3 veces Campeón Nacional, en Pereira, Neiva y Apartadó. Ese importante recorrido lo llevó al profesionalismo con 32 victorias y 4 derrotas, 2 veces campeón Nacional, en peso Pluma y Ligero Junior, además Campeón Panamericano del Consejo Mundial de Boxeo, ubicándose en el 5º puesto del Ranking Mundial a solo un paso de pelear por el Título Mundial, oportunidad que se fraguó por mal manejo de su apoderado.
Con la Furia Angulo, Sahagún pudo tener su primer Campeón Mundial de Boxeo. Sus excelsas condiciones y sobre todo las ganas y ese furor que lo llevó a enfrentar de tú a tú a boxeadores encopetados como al “Chapo” Rosario (Puerto Rico), Ángel Hernández (Méjico), al ídolo barranquillero Mario Miranda y al crédito cartagenero Julio Llerena, a quien le ganó 2 veces por nocaut, así lo indicaba, pero aceleraron su proceso, llevándolo a realizar 7 peleas durísimas en un año, cuando lo normal eran 4. En 1.989 llegó la oportunidad de disputar el título Mundial Peso Ligero (desierto) ante el mejicano Mauricio Aceves, sin embargo, el apoderado se dejó ganar la oferta por otro cordobés, Amancio Castro.
Después de intercambiar golpes durante 18 años por diferentes cuadriláteros de Colombia, Panamá, República Dominicana, México, Estados Unidos, entre otros, Felipe Angulo colgó los guantes. Su estilo aguerrido afortunadamente no le dejó secuelas físicas. A sus 61 años su físico es envidiable y su mirada sigue firme como esperando de frente al contendor. Sus ingresos, que alcanzaron a ser considerables, como en tantos otros casos quedaron en manos ajenas, no obstante, él vive en la tranquilidad de su hogar, sin rencores y con el orgullo de haber sido un profesional que batalló por lo que quiso, con el corazón y con el sudor de su furia.
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