Diana Lucía Andrade Ramos, una menor de edad que lleva varios meses hospitalizada en la Clínica IMAT de Montería, enfrenta una situación crítica debido a la negativa de la EPS Cajacopi de trasladarla a una clínica especializada en el interior del país. A pesar de recibir atención médica en la clínica actual, su estado de salud se ha deteriorado significativamente.
Los familiares de Diana han solicitado repetidamente el traslado, argumentando que la atención especializada en otra clínica podría salvar el brazo de la niña, que actualmente está en riesgo de amputación debido a un osteosarcoma. Sin embargo, la EPS Cajacopi ha demorado el proceso, lo que ha llevado a los familiares a tomar medidas drásticas.
Hoy, la oficina de la EPS Cajacopi en el municipio de San Pelayo amaneció con un candado adicional en la puerta, colocado por el padre de Diana en señal de protesta. Los médicos de la Clínica IMAT han recomendado la amputación del miembro afectado, pero los padres de Diana han solicitado una segunda opinión. Aunque se remitió a la menor a Oinsamed, pero no fue posible en su momento. La familia espera que Diana sea revalorada en el Instituto Nacional de Cancerología (INC).
Según conocio este medio de comunicación que desde el área de referencia de la EPS, se apoyó con una cita para el pasado 15 de octubre, pero las condiciones climáticas obligaron a cancelar el vuelo. El instituto ha reprogramado la cita para el 30 de octubre, pero los familiares dicen que hasta allá no esperan porque se muere la niña.
La situación ha generado indignación y preocupación en la comunidad, que hace un llamado a la Superintendencia Nacional de Salud para que intervenga y garantice el derecho a una atención médica adecuada para Diana Lucía Andrade Ramos.
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