Se trata de Eillen Cristina Salas Charris, de 39 años de edad, oriunda de la ciudad de Barranquilla, quien llegó el viernes 19 de enero a la sala de urgencias de la clínica Cehoca con fuertes cólicos renales.
La familia denunciante relató que la mujer fue sometida a diferentes exámenes especializados que arrojaron como resultado que tenía piedras en los riñones. “La uróloga le dice que tiene un riñón dilatado y que las piedras estaban obstruyendo la orina”, dijeron.
El día sábado pasó en su habitación con medicamentos y el domingo los médicos en turno debieron acudir, debido a que se sentía mal y la presión se le bajó. “Miraron sus signos vitales y se percataron que la glucosa estaba baja, entonces le dieron un dulce y le levantaron las piernas”, relató el denunciante.
Sin embargo, se conoció que durante todo el domingo Salas Charris no ingirió alimentos y mostró debilidad. “Ese día no vimos relevo del personal y a las 10:00 de la anoche apareció un enfermero para colocarle líquido. Le pregunté que si era normal el sonido que ella estaba haciendo por la falta de respiración y me dijo que no, pero tampoco hizo algo por ayudarla”, agregó el denunciante.
Sobre las 11:50 de la noche la salud de Eillen Salas empeoró y su hermana, que en ese momento la acompañaba, decidió acudir al enfermero y este se mostró asustado al notar como se encontraba la mujer. “Él sale corriendo a buscar una enfermera y le toman la presión la cual marcó 90 – 40, después de varios minutos apareció una médica y dijo que le inyectaran adrenalina para luego reanimarla”, contó.
Después de 40 minutos de reanimación, Eillen no respondió y los médicos hicieron oficial su deceso por causa de un paro cardiorrespiratorio. Ahora su familia pide que se investigue lo sucedido, asegurando que hubo negligencia médica.
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