La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Fiscalía General de la Nación han desarticulado una banda delincuencial que se dedicaba al secuestro y robo de turistas extranjeros en las calles de El Poblado y Laureles, en Medellín. La organización, compuesta por 10 adultos, utilizaba a niñas y adolescentes para contactar a turistas a través de plataformas de citas y redes sociales, con el objetivo de organizar encuentros y cometer sus crímenes.
Las víctimas eran citadas cerca de sus hoteles y luego se les llevaba a otro lugar de la ciudad en un vehículo de transporte. Durante el trayecto, otro vehículo interceptaba a los turistas, donde eran golpeados y amenazados con armas blancas y de fuego. Los delincuentes les robaban celulares, joyas, dinero en efectivo y obtenían las claves de sus tarjetas de crédito, débito y bitcoin.
Según el general Rosemberg Novoa, comandante de la Policía Metropolitana, los delincuentes vaciaban las cuentas bancarias de las víctimas durante la noche y la madrugada para maximizar el monto robado. Mientras tanto, las víctimas permanecían cautivas dentro de los vehículos que circulaban por la ciudad.
La investigación reveló que 10 ciudadanos de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Marruecos, Israel, Suecia y Chile fueron víctimas de la organización. Aunque aún no se ha determinado el monto total robado por la banda criminal, las estimaciones oscilan entre los 376 millones y los 2.000 millones de pesos.
Tras una investigación de cinco meses, se llevaron a cabo 17 allanamientos en varios barrios de Medellín, resultando en la captura de 10 adultos y la aprehensión de 4 menores. Se incautaron 4 armas de fuego, 6 vehículos, 3 motocicletas, 23 teléfonos móviles de alta gama, 6 datáfonos inalámbricos, 6 tarjetas bancarias extranjeras, 3 portátiles, joyas y más de 20 millones de pesos en efectivo.
Los presuntos cabecillas identificados como alias Púlsar y alias Teo no aceptaron los cargos por delitos como homicidio agravado, secuestro extorsivo agravado, concierto para delinquir agravado, hurto calificado y agravado, uso de menores para cometer delitos y falsedad marcaria.
Las autoridades continúan investigando para determinar si más personas estuvieron involucradas en las actividades criminales de esta organización.
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