Los habitantes de las veredas San Antonio y Cepillo tras que los vehículos con alimentos y otros víveres no pueden entrar abastecer a las tiendas por motivos de las obras que se vienen realizando en esos tramos.
A esa problemática se le suma la de los alumnos que habitan en esos sectores de la zona rural del municipio, los cuales vienen a estudiar al casco urbano de la localidad en las Instituciones Educativas, como; Marceliano Polo y otras. Ellos entre los útiles escolar han tenido que meter desde que comenzaron estos trabajos y empezó la temporada de lluvias del primer semestre de año, chancletas y bolsas plásticas, en sus bolsos, con la finalidad de no ensuciar los zapatos y no llegar a clases con estos llenos de barro.
Esta situación que es bastante incómoda y preocupante para los padres de familia y estudiantes la han hecho saber en varias ocasiones a los ingenieros que se encuentran en la obra, pero nos cuenta la comunidad “que no han hecho nada para resolver esta problemática”.
Mientras este ritual de quitarse el calzado, pasar descalzo, con chancleta o los pies metidos en unas bolsas, se ha vuelto la rutina diaria de los estudiantes, trabajadores que laboran fuera de ese sector de la zona rural de Cereté.
Dicen líderes de la comunidad y habitantes de ese sector de Cereté, que por la falta de planificación se vienen presentando todas estas series de inconvenientes porque los trabajos debieron realizarse en verano o por tramos y no empezar intervenir sin dejar una alternativa por donde pasaran los moradores.
Indican moradores, que las obras van a paso de tortuga, mientras los que sufren los inconvenientes son los habitantes de esos sectores los cuales se ven bastante afectados, piden la intervención y el dialogo entre el Alcalde, Luis Antonio “Toño” Rhenals, Contratistas y Comunidad para buscar una alternativa que no afecte la movilidad de esa población.
Se el primero en dejar un comentario