En los últimos meses, numerosos exmilitares colombianos han viajado a Ucrania, atraídos por promesas de grandes sumas de dinero. Sin embargo, el costo humano ha sido alto. Solo ayer, seis colombianos murieron en el frente de Donbass.
El embajador colombiano en Londres, Roy Barreras, informó que hasta la fecha se han gestionado las solicitudes para trasladar los cuerpos de 52 colombianos fallecidos en Ucrania. Estos individuos, muchos de ellos exmilitares y expolicías, fueron reclutados por empresas de mercenarios, tanto ucranianas como colombianas, tras el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
La guerra en Ucrania, especialmente en la región de Donbass, se ha convertido en un imán para mercenarios de todo el mundo, incluidos aquellos que se identifican con ideologías extremistas. Las siguientes son las historias de los seis colombianos que perdieron la vida recientemente:
Eduardo García Carvajal – Villavicencio, Colombia. Exsargento segundo del Ejército Nacional de Colombia en el arma de comunicaciones. Se unió al ejército ucraniano con la esperanza de un futuro mejor para su familia, pero fue abatido por las fuerzas rusas.
Alex Antonio Padilla Guzmán – Montería, Córdoba, Colombia. Exsoldado colombiano que dejó a su familia para luchar en Ucrania. Fue emboscado y asesinado por tropas rusas.
Luis Javier Cardona Isaza (alias ‘Bills’) – Pereira, Risaralda, Colombia. Dejó a su esposa y tres hijos para unirse a la Legión Internacional en Ucrania. Murió en la región de Zaporozhye mientras intentaba recuperar posiciones perdidas.
Ricael Bejarano – Quibdó, Chocó, Colombia. Exsoldado que buscaba un futuro mejor en Ucrania. Perdió la vida en el campo de batalla hace una semana.
José William Luna Campera – Ibagué, Tolima, Colombia. Llegó a Ucrania el mes pasado. Fue asesinado mientras intentaba detener el avance ruso en Toretsk. Su cuerpo sigue desaparecido.
Jonathan Valencia (alias ‘El Tigre’) – Villavicencio, Colombia. Ex cabo segundo de la Armada de Colombia. Emigró a España en 2019 y luego se unió al ejército ucraniano. Murió en Toretsk, y su cuerpo también sigue desaparecido.
La situación de los mercenarios en Ucrania resalta los peligros y sacrificios que implica involucrarse en conflictos que no les pertenecen, y subraya la desesperación y las circunstancias difíciles que los llevan a tomar estas decisiones.
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