La policía lo capturó con una gruesa suma de dinero en efectivo, legalizaron la detención y en el informe dijeron que el hombre tenía en su poder mil millones de pesos que fueron incautados por la policía.
Sin embargo, tras demostrar que el dinero no provenía de actividades ilícitas, fue dejado en libertad condicional por un juez de Santa Marta, donde recide el Edwin Solano Bastista, como fue identificado el protagonista de esta historia.
Según el abogado, se comprobó que el total de dinero era en realidad de 1.320 millones de pesos, lo que reveló un faltante de 200 millones.
“En la diligencia, presenté a un empresario que manifestó ser el propietario de la suma total, destinada a una inversión. Además, se elevó una denuncia por el faltante de 200 millones en el hallazgo, y se presentó documentación financiera que respalda la legitimidad del dinero”, explicó Fernández Harding.
La retención de Solano ocurrió durante un operativo conocido como Operación Caribe, donde el director nacional de la Policía, general William René Salamanca, afirmó que Solano era el financiero de las Autodefensas de la Sierra y que en su poder se encontraron 1.034.850.000 pesos en efectivo.
Sin embargo, tras las pruebas presentadas por la defensa, el juez desestimó la acusación de la Fiscalía, concluyendo que Solano no tenía ninguna vinculación con organizaciones criminales y que no figuraba en investigaciones penales previas. Además, su abogado afirmó que el procesado no contaba con antecedentes penales.
La situación se ha complicado aún más para Solano, ya que tras la denuncia sobre la desaparición de los 200 millones de pesos, su familia ha recibido amenazas de muerte, lo que ha generado un clima de tensión y preocupación entre sus allegados.
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