El Gobierno entabló con la organización criminal una conversación sociojurídica encaminada a lograr un sometimiento a la justicia.
Tras una solicitud de Presidencia, la Fiscalía General de la Nación levantó la órdenes de captura en contra de varios jefes del Clan del Golfo, entre ellos Orozman Orlando Osten; Elkin Casarrubia y Luis Armando Pérez. La decisión también cobija a alias Andrey Avendaño, de las disidencias de las Farc que aún mantienen diálogo con el Gobierno Nacional.
Como se sabe, Orozman Orlando Ostén, conocido con el alias Rodrigo Flechas, es un cabecilla de esta organización criminal al mando de Jobanis Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, quien no aparece en la resolución.
De hecho, en declaraciones ante medios de comunicación, Álvaro Jiménez Millán, coordinador del Gobierno en los diálogos con el Clan del Golfo, evitó responder si ‘Chiquito Malo’ estaba incluido en esa resolución de suspensión de órdenes de captura. “Tenemos los nombres de unas personas que podrán corroborrar, son parte de las que se habían solicitado como representantes de este grupo armado”, dijo.
Desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder, el Clan del Golfo ha hecho múltiples llamado al Gobierno colombiano para sentarse en una mesa, algo que el Ejecutivo había esquivado, pues difiere en la forma de negociación.
El Gobierno colombiano quiere proponer al Clan del Golfo un sometimiento a la justicia, al no darle un reconocimiento político como sí hace con otros grupos, como el ELN o las disidencias de las FARC, debido a que este se dedica sobre todo a negocios ilícitos como el narcotráfico o la minería ilegal.
Sin embargo, desde el Clan del Golfo han incidido en que quieren una negociación política como la que ya hay en marcha con esos otros grupos y apuntan que sí tienen una intención política.
Ellos mismos se autodenominan Ejército Gaitanista, haciendo alusión al asesinado líder político Jorge Eliécer Gaitán, y que es un nombre que han impuesto recientemente.
Antes se denominaban Autodefensas Gaitanistas de Colombia, lo que recordaba a sus orígenes paramilitares, pues surgieron de antiguos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el grupo al que más homicidios se le atribuyen en el conflicto armado.
Sin embargo, será finalmente una conversación sociojurídica encaminada a lograr un sometimiento de esta banda a la justicia, en vez de lograr un acuerdo político de paz.
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