Francotirador mató a reconocido esmeraldero en Bogotá

El reconocido esmeraldero y empresario boyacense del sector seguridad, Juan Sebastián Aguilar, más conocido como Pedro Aguilar, fue asesinado en la tarde del miércoles 7 de agosto mientras de partía en su vivienda con sus familiares y un sacerdote, quien le había dado la bendición luego de adquirir la propiedad en la que se encontraba.

El hecho sucedió en el lujoso conjunto residencial Bosques de Marqués, sobre la calle 138, arriba de la carrera séptima, enclavado en las montañas de la capital, desde donde el asesino, quién a juzgar por los hechos era un “profesional” en la materia, ya que, realizó el disparo con mucha precisión.

La noticia del fallecimiento se conoció más tarde en el Centro Médico Los Cobos, a donde fue trasladado para tratar de salvar su vida.

La muerte de Aguilar estaba planeada y seguían milimétricamente sus pasos, los asesinos sabían que iba a estar en su casa, una vivienda que pocos conocían y a la que se había pasado hace apenas un mes.

Justamente, el miércoles festivo, 7 de agosto, Aguilar había llegado sobre la 1 de la tarde exacta al conjunto Bosques de Marqués, porque tenía un almuerzo familiar y una cita inaplazable: en su casa lo esperaba un sacerdote. El motivo, su vivienda era tan nueva que quería que le dieran la bendición católica.

Mientras compartía el almuerzo, en el que estuvo rodeado por sus personas más cercanas, celebraron la multimillonaria compra, cuyo monto puede superar los 5.000 millones de pesos, un francotirador no quitaba la mirada de encima desde los cerros orientales de Bogotá. Era invisible y además, muy difícil de detectar y capturar.

El francotirador aprovechó que Pedro Aguilar salió hasta la puerta de su casa para recibir la bendición del párroco, se subió a su camioneta y fue ahí cuando recibió el impacto que las autoridades catalogan de “arma larga”.

La reacción de su esposa, que lo acompañaba y el cuerpo de seguridad del esmeraldero fue inmediata, lo montaron en una de las camionetas blindadas, y lo llevaron hasta la Clínica Cobos, a unas cuadras de los hechos, pero parecía que era muy tarde.

El reporte médico señala que Aguilar “ingresó con herida de arma de fuego en el tórax anterior izquierdo, con salida por el tórax posterior derecho. Además, el paciente estaba en paro respiratorio”. La situación era tan compleja que a los pocos minutos murió.

Las autoridades han indicado que fue un crimen perfectamente planeado e iniciaron las investigaciones para dar con los autores de este hecho.

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