En un reciente evento deportivo, más de 7 mil personas que se infiltraron en la final de la Copa América ahora enfrentan la posibilidad de perder su visa y residencia en Estados Unidos, e incluso ser deportados.
Gracias a las avanzadas cámaras biométricas instaladas en el recinto, las autoridades lograron identificar a estos individuos.
Esta medida de seguridad ha permitido un control riguroso de la asistencia y podría tener serias consecuencias legales para los infractores.
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