El sur y este de España enfrentan una catástrofe sin precedentes tras el paso de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que ha traído lluvias torrenciales y desencadenado devastadoras inundaciones en Valencia.
El segundo balance de la tragedia ha elevado la cifra de víctimas mortales a 62, mientras que seis personas permanecen desaparecidas, según reportes del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.
Las imágenes de la región muestran calles transformadas en ríos embravecidos, arrastrando automóviles y causando estragos en barrios enteros. Desde el martes, el Procedimiento de Múltiples Víctimas ha sido activado, movilizando a cuerpos de seguridad y emergencias para atender la situación y coordinar labores de rescate y evaluación de daños.
La situación es crítica: miles de personas están sin electricidad, sin acceso a redes de telefonía, y el servicio ferroviario y los vuelos al aeropuerto de Valencia han sido cancelados o desviados. Las autoridades locales continúan con el proceso de identificación de las víctimas mientras se evalúa el impacto de esta emergencia que ha dejado a la región en una parálisis total.
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