La investigación de la Justicia Penal Militar, la Fiscalía y la propia Inspección de la Policía, tras el asesinato de tres jóvenes en el departamento de Sucre, dejó una importante decisión.
Los 10 policías capturados fueron enviados a la cárcel por orden de una juez de Control de Garantías. Todos los uniformados se declararon inocentes, pero la justicia consideró que representan un riesgo para el proceso.
Las pruebas que presentó la Fiscalía dejaron a los uniformados como los responsables de participar, de forma directa o indirecta, en el asesinato de Carlos Alberto Ibáñez, Jesús David Díaz Monterroza y José Carlos Arévalo, los tres capturados por la Policía el pasado 25 de julio, luego de un operativo para dar con los asesinos de un patrullero en el municipio de Sampués.
La Fiscalía explicó el grado de responsabilidad que tendrían los uniformados, algunos por homicidio: la subteniente María Camila Buriticá y los patrulleros Jesús María Bolaños, Rafael Paz Barbosa y Santiago Garavito Diaz. Por privación ilegal de la libertad y favorecimiento, los patrulleros Yamit Alfonso Henao Araque y Álvaro Antonio Álvarez Ricardo.
El fiscal del caso también hizo una imputación de cargos por los delitos de tortura en contra de los patrulleros Uber Guillermo Mieles, Bernardo Pontón Mercado, Diana Marcela Puerta y Leila Carolina Ávila, todos integrantes de las unidades de Infancia y Adolescencia que se encargaron de interceptar a los tres jóvenes en el cruce que comunica a varios municipios en el departamento de Sucre.
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