Desde el año 2016, cuando publiqué mi primera nota periodística en televisión, inicié una ascendente carrera como reportero y líder comunitario sobre diversos temas y especialmente aquellos relacionados con el liderazgo. Después de esa hermosa nota sobre la gestión de la antena, de la cual se enamoraron varias generaciones de líderes, algunos universitarios y académicos, vino una alta demanda para que me desempeñara como columnista de varios medios de comunicación virtuales.
Asimismo, he tenido una presencia muy activa en internet, medio que me ha llevado a ser uno de los reporteros más vistos del momento. Mis videos han sido vistos en gran número de países. Como docente esporádico, mi nueva faceta responde a una deuda que tengo con mis estudiantes, quienes me consideran como un experto profesor en el liderazgo. Decidido a cumplir con este compromiso, les presento mi última nota periodística: el mal estado del colegio del Bajo de la Ciénega de Moñitos, un valioso video sobre mi liderazgo y su esencia, donde se nota la importancia de la educación en este mundo turbulento y convulsionado. Por eso, en mi liderazgo me pregunto: ¿Qué diferencia hay entre Adolfo Hitler y Aristóteles, más allá de la mala fama de uno y la genialidad del otro? ¿Qué hace de Gandhi uno de los puntos de referencia de uno de los líderes más grandes del siglo XX? ¿Por qué algunas personas se hacen seguir de los demás y se ganan el cariño de la gente, mientras que otras van por el mundo acumulando odio y repudio? Todas estas preguntas se responderán en mi siguiente artículo.
Opinión: Francisco Javier Barón Mercado
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