El retorno de Salvatore Mancuso a Colombia, después de 15 años de su extradición a Estados Unidos, despierta esperanza entre miles de víctimas del exjefe paramilitar en la Costa Atlántica. La posibilidad de conocer la verdad y alcanzar la reparación se avizora ahora con su participación en la Jurisdicción Especial de Paz.
Durante el reinado de las Autodefensas en la región, previamente azotada por diversas guerrillas, grupos como las FARC, ELN, EPL, PRT y la CRSC, extendieron su influencia por los siete departamentos del Caribe. Frecuentemente, estos grupos contaron con la complicidad de las fuerzas armadas y, posteriormente, se aliaron con sectores políticos locales.
El abogado José Humberto Torres, defensor de víctimas, sostiene que en su entrevista en 2018 con Mancuso en una cárcel de Brooklyn, este expresó su disposición a revelar muchos detalles, aunque aún teme por su vida debido a la implicación de altos funcionarios estatales y gubernamentales en los crímenes de las AUC.
Torres destaca la cooptación de las AUC en sectores como la salud, donde individuos prominentes se beneficiaron de la situación, creando imperios en la región. También señala el control ejercido por el paramilitarismo en universidades públicas como la del Atlántico, Magdalena y Córdoba, así como masacres como las de El Salado y Chengue que deben ser esclarecidas.
Además, Torres enfatiza la necesidad de investigar los vínculos entre paramilitares y funcionarios locales en la Costa Caribe, así como las relaciones entre grandes empresas y el financiamiento del proyecto paramilitar, aspectos sobre los cuales Mancuso podría arrojar luz. En conclusión, el abogado anticipa revelaciones cruciales para esclarecer la verdad histórica de la región.
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