Una creciente súbita que abrió una boca en el río Sinú, a la altura del sector San Francisco, margen derecha del municipio de Lorica, hizo salir de sus viviendas a unas mil familias, que a esta hora permanecen damnificadas y a orilla de la carretera, esperando por ayuda gubernamental.
Uno de los residentes afectados, Félix Ballesteros, dijo que la boca comenzó a rebosarse desde este martes 5 de julio, en horas de la mañana, y, aun cuando le avisaron a la Alcaldía de Lorica, nadie apareció para ayudarlos a evitar el desbordamiento, que finalmente se dio en horas de la madrugada de este miércoles 6 de julio.
Al menos unas 70 personas; entre adultos y niños, esperan desolados a unos 700 metros de la carretera nacional a que llegue la ayuda que les permita trabajar en la boca y cerrarla para que el agua disminuya dentro de las viviendas.
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