Karen Oviedo, una mujer en Argentina, creyó haber cometido el crimen perfecto, pero Google la delató. Su historia es escalofriante y trágica.
En el barrio Minotto de Villa Nueva, Guaymallén, Argentina, Karen vivía con su esposo, Rolando, y el hijo pequeño de Rolando, Elías Aquino. La pareja parecía feliz y cariñosa, pero detrás de esa fachada se escondía un oscuro secreto.
El 7 de febrero de 2021, Rolando comenzó a sentir un dolor intenso en el estómago. Karen llamó a una ambulancia, pero cuando los paramédicos llegaron, ella los condujo directamente al cuerpo de su marido. Rolando fue trasladado a la Clínica Santa María de Mendoza, donde murió dos días después debido a una intoxicación severa por una sustancia desconocida.
Pero eso no fue todo. En 2019, el hijo de Rolando, Elías, también había muerto de manera repentina. A pesar de que su muerte fue atribuida a una extraña falla en sus sistemas y una trombosis cerebral, las autoridades comenzaron a sospechar.
La autopsia reveló la verdad: Karen había asesinado a su esposo y a su hijastro. ¿Cómo? Mezclando líquido refrigerante en el jugo de naranja que les daba. El veneno había estado actuando durante años, y Google fue el testigo silencioso que la delató.
Karen Oviedo fue condenada a prisión perpetua por los homicidios. Su intento de cometer el “crimen perfecto” se desmoronó gracias a la tecnología y la investigación forense. Una historia trágica de engaño y traición que revela cómo incluso en los tiempos modernos, los secretos no pueden permanecer ocultos para siempre
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