Hace pocos días se celebró el día del hombre, en homenaje a San José. Sobre el particular la revista Semana publicó un testimonio de un hombre que denunció llevaba décadas siendo maltratado por su mujer.
“Yo fui víctima de maltrato intrafamiliar durante 31 años, y nunca tuve el valor de decir: mi mujer me pega”, confesó mientras aclara que no da su nombre por proteger la imagen de la mamá de sus hijos.
La casa en la que vivió con ella aún conserva las pruebas del maltrato que él sufrió. Las puertas siguen averiadas. Le recuerdan tres décadas de tormentosa convivencia.
“Prefería esconderme antes que responderle de la misma manera y maltratarla”, cuenta estremecido con cada recuerdo de aquella pesadilla. El caso de este hombre no es el único y ni siquiera forma parte de las estadísticas que manejan las autoridades porque nunca denunció.
“Una noche me sentí en riesgo, me di cuenta de que era capaz de matarme”, Todo sucedió después de que su esposa saliera a departir con sus amigas y le pidiera recogerla. Como él se negó, al volver a la madrugada, ella aprovechó mientras dormía profundamente para agredirlo.
“Me levanté y me vi unos rasguños por todo el cuerpo. Me confesó que ella los había hecho. Pudo haber cogido un cuchillo y clavarlo mientras dormía”, dice que ella estaba sentada junto a la cama y no paraba de llorar. Fue justo en ese momento en el que recibió el golpe del desamor, sabía que no podía seguir justificando el cariño, en el maltrato.
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